El crecimiento del comercio electrónico en el mundo ya no puede sorprender a nadie. En los últimos años todas las cifras marcan un crecimiento constante y significativo tanto del uso de internet como del mundo de las compras online, y la pandemia iniciada en 2020 aceleró fuertemente esos tiempos. Las tecnologías varían todo el tiempo y allí surge la pregunta: ¿cómo se harán las compras en los próximos años? ¿qué es lo nuevo que se viene?
No hay que mirar muy para atrás para encontrarse en una posición donde hacer compras del supermercado desde una computadora o pedir comida a través de una app podía sonar a delirio de película de ciencia ficción. Imaginar la posibilidad de administrar la cuenta de banco o comprar unas zapatillas desde un dispositivo que cabe en tu mano y que, además, es un teléfono era algo solo reservado al mundo de la fantasía…y no pasó tanto tiempo. Entonces, ¿ahora qué?
Entre las tecnologías que se ven venir en los próximos años está el concepto del metaverso, un universo virtual donde avatares podrán no solo relacionarse o participar en reuniones sino también comprar o acudir a espectáculos. Mark Zuckerberg presentó recientemente cómo sería estar en una reunión o practicar deportes, y algunas empresas textiles ya empezaron a presentar sus propias tiendas en el metaverso, por lo que no suena descabellado que en poco tiempo se puedan hacer compras en supermercados a través de un avatar.
Otro de los aspectos espera verse profundizado próximamente es el de la personalización. La gran cantidad de datos que hoy se pueden tener de los potenciales clientes promueven que se pueda direccionar con precisión quirúrgica productos o promociones específicas basados en el conocimiento detallado de los usuarios. Hoy es una herramienta potente, pero todo indica que cada vez lo será más.
Los “productos inteligentes” permitirán brindar a los compradores toda la información (cuándo se produjo, dónde, cuál fue su tránsito hasta llegar al supermercado, valores nutricionales, etc) simplemente escaneando un código de barras. Y todo eso, al instante.
Por último, entre muchos otros aspectos que podrían destacarse, todo parece indicar que se viene un modelo de consumo y producción cada vez más orientado a la economía circular. Y en eso, otra vez, el sector textil es precursor dando cada vez más opciones de una “segunda vida” para las prendas. Todo indica que de un modelo de consumo rápido se pasará a otro de mayor reutilización de los productos.
